A Santoscoy se le ocurrió hacerlo con las gorras con su firma a través de una mancha suya y en Europa ha generado encuentros de negocios, he generado una forma de objeto de deseo. Las intervenciones en las cosas las inició el artista jalisciense con las botas de Checo Pérez, con sus cascos y un pedazo del carro y así fue evolucionando. “Hoy como artista viene la parte más importante de Santoscoy, un crecimiento que hoy está enfocado a museos y galerías, son exposiciones que no voy a vender, pero son las que más peso tienen para mi”.
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