No menos espectacular son los revisores de las combis (furgonetas) capaces de decir las siguientes diez paradas que hará la furgoneta en el camino con medio cuerpo asomado fuera del vehículo mientras cobran al pasajero que se está bajando y avisan al conductor para que continue. Generalmente en estos paraderos no hay megafonía y por tradición popular las compañías funcionan a la viaja usanza; vamos, real betis tienda a grito pelado.